lunes, 6 de agosto de 2007

Una pregunta sin responder

Si Dios es arquitectura humana, ha de ser debidamente extraordinario como para aquietar esas neurosis tan perfectas como terribles que llevamos dentro.
Si Dios nació de una necesidad, de un vacío lógico natural y no se trata de una forma superior y real. Si surgió de un espíritu truncado y una psiquis inconclusa, en un intento de terminar con la soledad devenida en angustia.

¿Dios es algo/alguien susceptible de ser conocido desde parámetros humanos? He ahí lo importante de la cuestión.. los parámetros humanos.. ¿O se trata de una construcción surgida de penurias anímicas, intrínsecas a la estirpe mortal?

Después de tan poco, me toca suponer que algo opino...
Y no me importa el origen de mi fe... no me importa que sea simple artificio de la raza o sea yo el resultado de un trabajo supremo.

Nada más elijo esta huella de inmensidad y sosiego, sentimiento de plenitud y ausencia de vacíos silencios, de ansiedad y ambiciones que pesan cada vez.

Así es... los vacíos se llenan, la ansiedad se relaja. Es lo más parecido a una felicidad –aunque nadie nunca, supo explicarme de que se trata -.